Actualmente, con la revolución en telecomunicaciones nadie está exento de los peligros que trae consigo la red, ya sea desde un acoso virtual a un encuentro personal; debes tener mucho cuidado a quien le das confianza para contarle cosas tuyas como: dónde vives, tu número de celular, el nombre de tus padres e infinidad de cosas que realmente solo le interesa saber al que está detrás de la pantalla hablando contigo,
no digo que siempre tenga que ser una persona con malas intensiones, sino simplemente con intereses diferentes a los tuyos.
Para los jóvenes de esta generación, ya son naturales los medios masivos de información como la mensajería instantánea y lo más probable es que tú seas uno de ellos, que buscas hacer todo más fácil, reemplazado el correo tradicional, por los electrónicos instantáneos, que te permite realizar conversaciones en tiempo real con personas de diversos lugares y, además, obtener todo tipo de información como música, videos, fotos, programas, textos y todo lo que te puedas imaginar, mediante lo que comúnmente conoces como “bajar información”.
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almacenes.
Pero, como dice el refrán: “De esto tan bueno no dan tanto”, detrás de todas estas maravillas, subyace un gran peligro al que nadie esta preparado; ante tal volumen de información la Internet o también llamada
web, abre las puertas a un mundo sin leyes y constituye un entorno al que hay que saber asomarse sin correr ningún riesgo; con tan solo un clic, puedes acceder a páginas de venta de alucinógenos, a cultos satánicos, a
manuales de fabricación de bombas caseras, a instrucciones claras de cómo matar a tus enemigos, a páginas de brujería, a la tabla ouija virtual y a lo más influyente y tentador a la pornografía, que solo daña tu pureza.
Cuidados Web ante la Recomendaciones Beneficios esas páginas son basura virtual a las que no debes entrar por curiosidad ni porque ya te sientas un experto en el tema. Piensa que eres una carnada y que te están esperando a que caigas para comerte, en tus manos está si decides ser un adicto de algo que ni siquiera es tangible que puede desaparecer de un momento a otro, y que seguramente las personas que están a tu lado, que las puedes tocar y las puedes ver sin necesidad de una pantalla, se cansarán de esperar a que te desconectes de una máquina.
Seguramente tus padres se preguntarán
¿Qué tanto conozco sobre la web? ¿Conozco los sitios que visitan mis hijos? ¿Estoy enterado de las amistades con que dialogan a diario? Pero como es lógico, no encuentran
palabras y prefieren decir con orgullo: ¡Mi hijo es un genio para las computadoras y pasa largas horas
estudiando e investigando! o cuando expresan: ¡A mí la tecnología me atropella, yo se lo dejo todo a mis
hijos! Así, también estas expresiones pueden surgir a menudo en tu familia, pero teniendo en cuenta que eres parte fundamental de ella y que además tienes el privilegio o la ventaja de haber nacido en pleno sigloXXI, “la era de la tecnología”, debes aprovechar esto para vincular y enseñar a tus padres a hacer parte de
los avances tecnológicos a los que tu perteneces.
Neila Johanna Castro Vera